Comer por placer es divertido.
Comer por placer es la forma en que estamos, naturalmente, diseñados para comer. Comer de esta manera nos llevará a una relación más tranquila y más equilibrada con nuestra comida, y una vez que confiemos en nosotros mismos buscando el verdadero placer de la comida, entonces podemos decir adiós a la culpa sobre nosotros mismos y nuestra alimentación.
Comida = Culpabilidad?
No creo, muchos de nosotros comemos por placer verdadero. Si podemos disfrutar de la sensación y de los sabores que deseamos, pero que a menudo es seguido por la culpa, la vergüenza o la ira. Parece que hay una verdadera mentalidad anti-placer hacia nuestra comida. La comida se ve como algo para controlar, algo que nos controla, algo que nos define, algo que tratamos de dominar, algo que puede hacernos delgados o gordos o ejerce poder sobre nosotros.
Es casi como si tuviéramos miedo de disfrutar de nuestra comida.
La comida debe ser simple, fácil y placentera. Nos debe nutrir a todos los niveles.
Cómo empezar a comer por placer
Nunca se limiten, vivir dentro de una mentalidad de restricción se lleva su auto-confianza. Yo diría que simplemente puedes alimentarte sanamente y sin restricciones.
Es aconsejable no añadir valor moral a los alimentos, como bueno o malo. Pecados o castigos. Recompensas o golosinas. Adición de valores morales como éste en los alimentos, es añadir también un valor moral en sí mismo y en su comportamiento. Si usted es bueno que te mereces algo malo. Si usted es el malo su merecen ser castigados. Este es un pensamiento muy perjudicial. Y es molesto e incómodo también, No somos personas buenas o malas porque comemos una manera determinada. Estamos hechos para comer; alimentarnos está bien. Disfrutar de comer está muy bien.
La comida nunca tiene la intención de estar allí como una recompensa o premio. Está ahí para alimentarnos, nutrirnos cuando tenemos hambre y para que podamos disfrutar el placer que aporta al mismo tiempo.
¿Qué de donde saco estas conclusiones? Pues porque veo con sumo agrado a mis alumnos de los talleres de fin de semana, mujeres, hombres y adolescentes, genuinamente interesados en aprender a cocinar para ellos y para agradar a sus familias y amigos, sin restricciones, sin culpas, alimentándose sanamente y a conciencia.
Si usted come por placer, entonces su vida será más fácil, más tranquila, equilibrada y feliz. No se priven del verdadero placer que proviene de disfrutar de sabores y gustos, siéntase cómodo con la comida, pues comer es un placer.